Raúl Álvarez Garín, el principal dirigente estudiantil del movimiento del 68, se ha ido físicamente y deja un enorme hueco, pero su legado, su lucha y sus ideales de justicia y democracia prevalecerán y serán la inspiración que mueva a las nuevas generaciones, sobre todo de estudiantes que pugnan por un México distinto, coincidieron integrantes del Comité 68 Pro Libertades Democráticas, luchadores sociales, académicos, sindicalistas, políticos y estudiantes. La Jornada