*Federico Mastrogiovanni presentó el libro «Ni vivos ni muertos»; documenta casos de desaparición forzada por parte del Estado
Por Olivia Vázquez Herrera
México DF, 19 de junio. La desaparición forzada una táctica que consiste en privar ilegalmente de la libertad a una o más personas por parte de «la clase política, empresarial y las fuerzas armadas”; además, es un delito continuado, porque no termina hasta que aparece la víctima, o bien, se encuentra su cuerpo, precisó Federico Mastrogiovanni, durante la presentación de su libro Ni vivos ni muertos. La desaparición forzada en México como estrategia de terror.
Andrés Díaz Fernández, abogado del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) recordó que los primeros casos de desaparición forzada en México datan de finales de los años sesenta, cuando agentes del Estado retenían y desaparecían a guerrilleros y luchadores sociales, el cual fue un fenómeno que principalmente se dio en el municipio de Atoyac, en Guerrero.
El defensor advirtió que a más de 40 años de estos hechos, las y los desaparecidos de hoy siguen siendo los mismos de la “mal llamada” Guerra Sucia y que serán los de dentro de muchos años si no se termina con la impunidad con que opera el Estado ante estos crímenes de lesa humanidad, que, además, ya no sólo se cometen en contra de luchadores sociales sino que se han extendido hacia las y los habitantes de poblaciones con vastos recursos naturales.
Por su parte, el periodista Jaime Avilés, quien realizó el prólogo de la obra, reveló que en los últimos 30 años “hemos visto con estupor como el país ha sido desmantelado” y como en el gobierno de Felipe Calderón se desató la violencia en México con la “guerra contra el narcotráfico”, sobre todo en la parte norte de estados como Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, que forman parte de la llamada Cuenca de Burgos, conocida por su riqueza en recursos naturales.
No obstante, fue en 2013 —tras las reformas estructurales de Enrique Peña Nieto— cuando todo cobró sentido: Los lugares que fueron “martirizados y despojados por el narco”, coinciden con las zonas donde se encuentran inmensas cantidades de gas shale, petróleo y otros recursos valiosos, los cuales ya podrán ser expropiados por las empresas trasnacionales, tras la aprobación de la reforma energética, puntualizó Avilés.
El periodista Federico Mastrogiovanni declaró que aún le resulta difícil creer que en México las personas son desaparecidas forzadamente: “Es impensable el nivel de la tragedia (…) porque una desaparición forzada no sólo afecta a la víctima, sino también a la familia, a los amigos y a la sociedad en general, tanto a la que sabe que existe el problema de las desapariciones, como a la que no lo ve o no lo quiere reconocer”.
En este sentido, Mastrogiovanni mencionó que, tras la investigación y el trabajo de campo que realizó, llegó a la conclusión de que, en los casos de desaparición forzada, además de la constante criminalización de la víctima, las y los familiares de la persona desaparecida son perseguidos por las autoridades ya que “representan una amenaza”, pues es claro que no dejarán de buscar a su familiar.
Por ello, el periodista señaló que, al ser la única opción para la búsqueda, el Estado debería considerarles aliados y no enemigos, además de que debe respetarles en primer lugar, porque son ciudadanas y ciudadanos, y en segundo, porque han sido víctimas de un delito.
El libro Ni vivos ni muertos. La desaparición forzada en México como estrategia de terror retrata casos como el del líder social guerrerense Rosendo Radilla, desaparecido por militares durante la Guerra Sucia; el del joven morelense Alan Cerón, desaparecido por un comando armado en Cuernavaca en 2011; el de la desaparición por parte de policías del artista urbano regiomontano Melchor Flores, mejor conocido como “Vaquero Galáctico” y el de Nepomuceno Moreno, quien fue asesinado mientras buscaba justicia por su hijo desaparecido.
Durante la presentación también participaron el periodista José Reveles y el editor del libro, Enrique Calderón. Asimismo, se proyectó el documental sobre desaparición forzada Ni vivos ni muertos, realizado por Mastrogiovanni y Luis Ramírez.