*Opinión
Por Denise González Núñez/Centro Prodh
México, DF.- “Salvando México” (“Saving Mexico”) fue el título del artículo principal del último número de la revista Time, acompañado de la foto de Enrique Peña Nieto en la portada (Vol. 183, No. 7). Al ser cuestionado sobre esto por los medios de comunicación el 18 de febrero de 2014, durante una conferencia de prensa al final de una corta visita a México, Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional, afirmó que “Salvar a México” requeriría resultados tangibles en materia de derechos humanos y no solamente “políticas” o declaraciones. De acuerdo con Salil Shetty si bien México es un actor cada vez más importante en la escena mundial, está fallando en dar resultados dentro del país.
Algunos indicadores de lo anterior son las miles de personas que fueron reportadas como desaparecidas (más de 26 mil de acuerdo con los registros del gobierno en el periodo que va de diciembre de 2006 a noviembre de 2012); las decenas de miles de personas migrantes que están desaparecidas o que han sido secuestradas, abusadas o asesinadas en su trayecto hacia Estados Unidos; la enorme cantidad de mujeres que han sido atacadas, asesinadas o discriminadas por ser mujeres; los numerosos defensores, defensoras y periodistas que han sido amenazados, hostigados o ejecutados; las innumerables personas que han sido torturadas para confesar delitos que no cometieron; o los pueblos indígenas y las familias campesinas que han sido desplazadas para dar paso a los proyectos de “desarrollo económico”.
A pesar de esta terrible realidad, “han brillado por su ausencia los compromisos públicos y las acciones decisivas en derechos humanos”, tal como lo señala el Memorándum dirigido al presidente de México por parte de Amnistía Internacional.
Los temas anteriormente mencionados fueron algunos de los analizados por el Secretario General de Amnistía durante su visita a México del 15 al 18 de febrero. A lo largo de su estadía en México Salil Shetty tuvo la oportunidad de reunirse con víctimas de violaciones a derechos humanos y sus familiares; defensores y defensoras de derechos humanos, organizaciones y autoridades de alto nivel, incluyendo al presidente Peña Nieto.
Aunque Peña Nieto reafirmó verbalmente su compromiso con los derechos humanos durante su reunión con Salil Shetty, Amnistía destacó que el presidente debe enviar un mensaje contundente a la sociedad y a su propio gabinete de que los derechos humanos son una prioridad y, además, debe acompañar dicho mensaje con acciones.
Esperemos que el Estado en verdad transite de los discursos progresistas en la arena internacional a las acciones progresistas dentro de México. Mientras tanto, en el corto plazo, no parece haber señales de que la sociedad vaya a dejar de sufrir las consecuencias de la corrupción, las violaciones a derechos humanos y la impunidad o de que las y los defensores y las organizaciones vayan a dejar de sufrir en su lucha por los derechos humanos en un ambiente tan hostil.
@den_gn