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Luis Vargas Martínez, estudiante de secundaria, se ejercitaba cuando quedó en medio de un fuego cruzado.
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Pick-ups del ejército perseguían a un vehículo, intercambiando disparos, cerca del parque donde estaba Luis.
La noche del miércoles 15 de octubre Luis Vargas Martínez, de 14 años y alumno de la escuela secundaria número 5 “Macedonio Capistran” de Matamoros, Tamaulipas, hacía ejercicio en el parque periférico de aquella ciudad acompañado por su primo Rogelio Cuevas. De pronto, cuenta Rogelio, “escuchamos como unos cuetes y enseguida observe como unos vehículos de particulares eran seguidos por elementos del ejército y mi primo cayo herido, con mucha sangre en la cabeza“. Las detonaciones provenían de una persecución que miembros del ejército llevaban a cabo contra un vehículo particular.
Al lugar de los hechos llegaron pronto paramédicos locales, quienes encontraron todavía con vida al joven y lo trasladaron al Hospital General para ser atendido, donde, a pesar de todos los esfuerzos, falleció poco después de las 22:30 horas, según información de medios locales. Sin embargo, el testimonio de su primo señala que “cuando llegaron los paramédicos tenía rato que (Luis) no respiraba; no sé decir quién fue, si los soldados o los narcos, porque dispararon al mismo tiempo”.
El director de la escuela donde estudiaba el joven lo calificó de alumno “ejemplar” y lamentó los hechos ocurridos. “Ante la ola de inseguridad y violencia que vive no solo Matamoros, sino el país en general, es necesario extremar precauciones, cuidar más a nuestros jóvenes y evitar la afluencia a lugares público con la esperanza de que esta condición termine pronto para bien de la sociedad mexicana” dijo tras confirmar que Vargas Martínez era estudiante de la secundaría número 5. La comunidad de ese centro educativo mostró su pesar y organizó una colecta para ayudar a la familia con los gastos. También se reportó que una camioneta militar chocó contra una camioneta en la que viajaba una familia. En estos últimos hechos no hubo lesionados.