El grito de la resistencia y desobediencia magisterial/Luis Hernández Navarro/La Jornada El eslogan, repetido una y mil veces estos días en calles y plazas, resume, por mucho, el sentir de los maestros: son víctimas de una doble moral. Mientras los recurrentes gazapos del Presidente de República son tratados con indulgencia, a ellos se les humilla públicamente, se les responsabiliza de la situación educativa del país, se les despoja de conquistas laborales básicas y se les quiere sujetar a una evaluación punitiva.