Por Quetzalcoatl g. Fontanot
El pasado viernes, la jueza guatemalteca, Yasmin Barrio, la presidenta del Tribunal de Mayor Riesgo, condenó en una decisión judicial histórica, a Efraín Ríos Montt a 80 años de prisión inconmutables por el genocidio cometido en contra de mil 771 indígenas ixiles a manos del Ejército entre 1982 y 1983, cuando se desarrolló el periodo más sangriento de la guerra civil guatemalteca que tuvo lugar entre 1960 y 1996. En el mismo juicio se decidió absolver al ex jefe de Inteligencia Militar José Mauricio Rodríguez Sánchez de ambos cargos al considerar que «no tuvo injerencia en el campo de operaciones».
Es necesario recordar que esta condena se da en el contexto del reciente ascenso al poder del general Otto Pérez Molina. Incluso el juicio tuvo un momento de suspenso cuando a finales de abril se vio suspendido provisionalmente por un amparo concedido a la defensa del exdictador, mismo que se otorgó tras darse a conocer testimonios que involucraban al actual Jefe de Estado en el genocidio (quién según testimonios periodísticos podría estar involucrado en el asesinato del Obispo Juan Gerardi). Afortunadamente, el pasado 30 de abril el juicio se reanudó, después de que la Corte Constitucional se pronunciara en contra de la anulación y ordenara enviar de nuevo el expediente a Barrios para que siguiera con el proceso judicial.
Tras su dictadura, Ríos Montt había mantenido su poder político. En 2003 incluso se presentó como candidato a la presidencia de Guatemala y del 14 de enero de 2008 al 14 de enero de 2012 obtuvo inmunidad al ser electo diputado. Fue el 28 enero 2013 cuando el Tribunal Primero B de Mayor Riesgo inicia el juicio contra Ríos Montt
En palabras de la jueza barrios, que logró rescatar un proceso que trató de ser dinamitado desde los ámbitos de poder chapines, «el reconocimiento del delito de genocidio afecta a todos los guatemaltecos. Al reconocer la verdad ayuda a sanar las heridas del pasado. La aplicación de la justicia es un derecho que asiste a las víctimas. Estos hechos no deben volver a repetirse, porque el pueblo de Guatemala desea vivir en paz».
Festejos globales resistencia de la oligarquía local
Mientras tanto ayer, en la capital Guatemalteca un reducido grupo de manifestantes se reunió para expresar su apoyo al dictador a las afueras del Cuartel de Matamoros en donde se encuentra preso. Por su parte la defensa del genocida busca mecanismos para apelar la sentencia. Francisco García, quien defendió a Ríos Montt en la parte final del juicio acusó que éste adolece de «muchas ilegalidades», al tiempo que señalaba «confiamos en que la sentencia se caerá por su propio peso» porque es «insostenible»,
Por su parte, el presidente de la Asociación de Azucareros de Guatemala (Asazgua) y directivo de la cúpula empresarial local, Marco Augusto García, señaló que en su opinión, no hubo genocidio, y «la petición no es que no haya juicio, sino que se respete el debido proceso», añadió.
Según el comunicado de este organismo empresarial la violencia del conflicto armado interno es «producto de un insensato enfrentamiento en el que guatemaltecos de diversa condición se agredieron entre sí, sin particularizar procedencias étnicas, sociales o religiosas».
Expectativas y continuidad del proceso judicial
Lo que queda muy claro es que el clima social está alterado en Guatemala. Por una parte los ánimos de justicia se exacerban con la condena, pero también los temores de los perpetradores que ya se sentían cobijados por la lógica institucional actual. ya han iniciado pues los llamados al olvido y a la reconciliación, ante el temor de que el conflicto resurja.
El actual presidente Otto Pérez Molina señaló en entrevista con CNN que “El fallo de hoy no está en firme”. El ex militar en cuyo mandato han resurgido las masacres indígenas afirmó con dudosa neutralidad “aquí falta que se den estas otras instancias, yo no soy parte de la defensa del general Ríos y no voy a ser una defensa oficiosa.
Por lo pronto el proceso no ha terminado del todo. Hoy mismo el exdictador está citado a comparecer en una audiencia sobre «reparación de víctimas». En ella se expresarán los detalles relacionados sobre el derecho a la verdad, a la justicia y a la no repetición de los hechos. En tanto el próximo 17 de mayo, el Tribunal tiene previsto leer de forma completa la sentencia y a partir de ese día, los defensores de Ríos Montt contarán con un plazo de 10 días para apelar la condena.
En la entrevista con CNN, ante un cuestionamiento muy directo del periodista Fernando del Rincón, en relación al conflicto de intereses en el que estaría Pérez Molina por estar vinculado con el genocidio, el actual presidente lo negó de plano y afirmó: «cuando dije que aquí en Guatemala no existió genocidio lo estoy diciendo por la experiencia que a mí me tocó vivir, como a muchos oficiales, fue un conflicto armado interno, no fue el Ejército el que provocó este enfrentamiento armado interno, no fue el Ejército el que llevó la guerra a los lugares como los ixiles, fue la guerrilla”.
Como se ve la condena es un paso, pero ni con mucho el final de este proceso…