La tragedia ocurrida el 19 de febrero de 2006 en la mina carbonífera Pasta de Conchos, donde 65 mineros perecieron por una explosión, es un asunto terminado
salvo por los reclamos de dos o tres
que aún quieren recuperar los restos de los trabajadores, afirmó el nuevo delegado de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social en Coahuila, Francisco Fuentes Reyna. La Jornada