El municipio de Ayutla de los Libres, en la región de la Costa Chica del estado de Guerrero, se levantó en armas para su propia defensa ante la inseguridad que vive por parte de la delincuencia organizada.
Encabezadas principalmente por contingentes de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg), las comunidades se sumaron al movimiento ciudadano cansadas por los crímenes, violaciones y extorsiones de que son víctimas por los grupos delictivos.
Al respecto, Vidulfo Rosales Sierra, del Centro Regional de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, se refirió a las causas del levantamiento popular: eso se debe a un vacío de la autoridad federal y local en el ejercicio de sus funciones ante la seguridad pública.
El pueblo se cansó y decidió tomar la seguridad en sus manos, rescatar los principios de justicia para los pueblos campesinos indígenas y mestizos, pero advirtió que los grupos delictivos, cuando la gente regrese a sus comunidades, pueden tener una reacción y poner en riesgo la integridad de los campesinos y sus familias, apuntó Vidulfo.
Las nuevas localidades en las que se contemplan los dispositivos de seguridad, conformados por policías comunitarios y pobladores, son Copala, Cruz Grande, Florencio Villarreal y San Marcos, todos colindantes con el Municipio de Cuautepec.