
No nos representan/ Herman Bellinghausen/ La Jornada Hoy todos hablan de política. Hasta los que no lo hacían. Priva un clima de nerviosismo, que se eufemiza como efervescencia postelectoral pero revela algo más canijo y tenaz: de pronto (o ni tan pronto) la gente (sí, la gente en general) acabó por asumir que los políticos en el poder no nos representan. Y que ellos, desde los poderes, han secuestrado a la política y la juegan en sus propios términos a pesar del resto, donde lo que no se dobla lo convierten en judicial, y desde ahí, a ver ¿quién dijo democracia?