El sábado 28 a las 11 de la noche vecinos de la delegación Magdalena Contreras se encontraban en la Glorieta de las Quinceañeras, festejando dos años de resistencia en contra de la Supervía Poniente. Desde el jueves, las actividades habían comenzado exitosamente con la misa del obispo de Saltillo, Raúl Vera quien reconoció la organización del Frente Amplio contra la Supervía.
Sin embargo, ese sábado más de 600 granaderos del Distrito Federal se hicieron presentes, uno de los vecinos relata que cuando fueron avisados de la presencia policiaca “intentamos subir por la Glorieta de San Jerónimo como es costumbre para llegar a Contreras cuando nos encontramos que estaba cerrado el acceso, tuvimos que ir a dar la vuelta hasta el retorno, por Altavista y así poder subir otra vez por San Jerónimo, ahí entre atajos llegamos a la parte baja de la Glorieta de las Quinceañeras”.
Cuando el investigador de la UNAM, Luis Zambrano y Mónica Tapia, también vecinos de la zona notaron la presencia de los granaderos, salieron de sus casas para “ocupar” la glorieta: “planeado como si fuera la toma de un cuartel, los granaderos sellaron Luis Cabrera desde Periférico hasta san Jerónimo. Solo 24 personas logramos llegar a la glorieta. A los demás vecinos los granaderos no los dejaron pasar, cerrando sus calles al tránsito. Nadie se podía acercar porque toda comunicación se cortó entre nosotros”, señala Zambrano en su blog.
El doctor en biología, Luis Zambrano relata en internet que acto seguido, los granaderos intentaron sacarlos de ese espacio y al resistirse, los policías iniciaron una golpiza contra Zambrano y Mónica, su esposa. Ambos se aferraron a uno de los árboles que serán derribados con este megaproyecto urbano: “A mi esposa la comenzaron a golpear y me puse entre ella y los escudos, entonces a mi me comenzaron a golpear. Pudimos acercarnos a él, con la última esperanza de no dejarlo ir, el árbol nos ayudó con su corteza sabedor de que ahora su suerte está echada. Morirá talado o sufrirá el estar bajo un techo de cemento trasmina plomo y otros metales plagándolo hasta matarlo”.
En ese mismo sentido, Miguel Maestro, vecino del Cerro del Judío comentó que a las 2 de la madrugada, el responsable del operativo, llegó a pedirnos “por favor” que nos saliéramos diciendo “tengo ordenes de arriba para desalojar la zona a como de lugar”
Y continúa “al momento el capitán F. Rodriguez, lo que pude leer de su placa dijo: “A chingar a su madre, quiero a todos fuera como sea”. Entonces comenzó la trifulca, entre granaderos y granaderas comenzaron a golpearnos, nos empujaron de una manera brutal hacia una de las bardas que tiene la glorieta dentro, poniéndonos en un riesgo mayor, al punto ya no se sabía si era un granadero o una granadera, todos nos pegaban por igual, vecinos de lado de la calle de Jalapa ya no pudieron ingresar porque los granaderos pusieron tapiales de acero para impedirles el paso como la visón para saber donde estábamos, gritamos varias veces “nos están golpeando, avisen a los demás, nos están golpeando”.
El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez hizo presencia en el lugar y permaneció por espacio de dos horas.
Este domingo, más de 200 granaderos confinaron la avenida Luis Cabrera en el tramo donde se construirá una parte elevada de la Supervía Poniente; una vez más, los vecinos se hicieron presentes para protestar contra el proyecto, mismo que consideran destruirá una parte importante del ecosistema de la delegación Magdalena Contreras”.
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