El pasado martes 10 de julio el diario El Norte, sufrió dos ataques, uno con granada a las 4.30 horas local (9.30 GMT) en el sur de Monterrey y otro a las 16.00 hora local (21:00 GMT) en sus oficinas de Guadalupe, población ubicada en la zona metropolitana.
La oficinas de las ediciones La Silla y Linda Vista del diario El Norte, integrante de Grupo Reforma, fueron el blanco de ataques con granadas y balazos, hasta el momento no se han adjudicado los ataques a dichas instalaciones. Las investigaciones iniciales sobre el primero de los dos atentados, la persona que accionó y lanzó la granada, ingresó a pie al estacionamiento; mientras que en la cede el Linda Vista una persona se postró frente al edificio y disparó a las ventanas de la planta alta, dañando algunos vidrios y la fachada.
Ese mismo día las instalaciones de El Norte fueron atacadas por cuarta vez, cabe señalar que en 2010 y 2011 también fueron agredidas con granadas de fragmentación, en ninguno de estos incidentes se reportaron heridos, sólo daños materiales.
De igual forma pero por segunda vez en este año, desconocidos lanzaron una granada contra las instalaciones del Periódico El Mañana, de Nuevo Laredo, Tamaulipas. El diario informó en un comunicado de prensa que el ataque ocurrió a las 6:19 horas, luego de esto acudieron al lugar elementos de la policía Federal y Estatal, de la PGR y del ejército, quienes iniciaron las investigaciones correspondientes. Hace casi dos meses, el 11 de mayo, el rotativo sufrió otro ataque con artefactos explosivos y con armas de fuego, ante esto el diario afirmó y confirmó su compromiso con la comunidad.
Diversas organizaciones como La Sociedad interamericana de Prensa (SIP), la Federación Latinoamericana de México FELAP-México, la Federación de Asociaciones de Periodistas de México FAPERMEX y el Club Primera Plana, condenaron los ataques a los diarios así como a sus colaboradores.
Aunado a esta noticia, el jueves 5 de julio la periodista Sanjuana Martínez fue detenida arbitrariamente por las autoridades neolonesas. En su crudo relato sobre los motivos de su detención, Martínez reflexiona sobre la vulnerable condición de los periodistas que denuncian la corrupción y la violencia de Estado en México; finaliza, preguntándose sobre la impartición de justicia en México. La reportera fue detenida durante unas horas debido a que denunció la corrupción de una juez encargada de una demanda de divorcio en la que está implicada la comunicadora.
Justamente el día que se suscitó el ataque contra los diarios en el norte de México, la Secretaría de Gobernación instaló una mesa de diálogo y trabajo para dar continuidad al Mecanismo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas. Según el subsecretario de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de la Segob, Max Diener dijo que estas medidas “se da certidumbre jurídica y se construye un estado de derecho sólido”.
El derecho a la libertad de expresión para los periodistas y a la información veraz para los ciudadanos está siendo vulnerada por los grupos del crimen organizado, quienes mediante el uso de la violencia impiden el desarrollo cotidiano del oficio de comunicar; también por las autoridades locales y federales que han sido omisas respecto al incremento de la violación a los derechos fundamentales de los comunicadores. Sin duda, es evidente el estado de vulnerabilidad en el que se encuentra el derecho a la libertad de expresión en México, donde la violencia y la agresión es el modus operandi para acallar a quienes llevan la noticia hasta nuestras manos.
El Estado mexicano es «incapaz de brindar garantías de seguridad y justicia a la prensa» en México, sostuvo el miércoles el Observatorio de los Procesos de Comunicación Pública de la Violencia (OPCPV) en un mensaje de condena tras sufrir el martes dos diarios tres ataques con granadas y a balazos.
Área de Comunicación y Análisis Centro Prodh