Durante el último semestre de 2024, se consumaron en México una serie de cambios constitucionales de implicaciones profundas y duraderas. Esto sucede en un convulso contexto regional e internacional en el que la democracia, los derechos humanos y las libertades enfrentan importantes desafíos.
En la opinión pública, estos cambios se conocieron como las reformas del “Plan C”, pues fueron precedidas por dos intentos de reforma electoral -conocidos como “Plan A” y “Plan B”- Como lo señalamos algunas organizaciones civiles desde febrero mismo, vistas desde la perspectiva de derechos humanos estas iniciativas incluían algunos pasos acertados, sobre todo en materia de derechos sociales y ambientales, al tiempo que sumaban propuestas claramente riesgosas para los derechos civiles y políticos.
¿Cómo podría calificarse este cambio? El debate está abierto y en este número de nuestra revista DeFondho pretendemos contribuir al mismo analizando las reformas más preocupantes y proponiendo una lectura de conjunto, desde una perspectiva de derechos humanos, que esperamos sea de utilidad.
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