Durante más de cuatro décadas, el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) ha apoyado a personas refugiadas y desplazadas en todo el mundo. Presente en 58 países, el compromiso del JRS de acompañar a las y los más vulnerables refleja su ética humanitaria.
Sin embargo, el anuncio del gobierno de EE.UU. en enero de 2025 de que suspendería toda la ayuda exterior durante al menos 90 días tiene profundas consecuencias para la continuación de esta importante labor.
Ahora más que nunca, su solidaridad y apoyo son cruciales para continuar el trabajo vital de estas organizaciones benéficas jesuitas, que dependen de la generosidad y buena voluntad de individuos, organizaciones y gobiernos para seguir teniendo un impacto positivo en el mundo.
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