El pasado 12 de noviembre, un juez de Tlaxcala sentenció a 50 años de prisión a Keren Selsy Ordóñez Hernández, de 28 años, por secuestro, un delito que no cometió. Lleva casi nueve años en prisión desde su detención en 2015, luego de que confesó bajo tortura el delito cometido por su ex pareja y otros cinco hombres.
Ese año, fue detenida con su hija en brazos que tenía tan solo un mes de edad, y posteriormente sometida a actos de tortura y otras violaciones a derechos humanos cometidas por policías Federales y Estatales, quienes la obligaron a autoinculparse de un secuestro.
El juez José Eduardo Morales Sánchez, volvió a condenar a Keren después de que su primer juicio en 2021, mostrara irregularidades y un Tribunal Colegiado concediera un amparo al considerar que se habían violado derechos procesales.
El abogado Neftalí Pérez del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) acusó al juez de estar vinculado a la Fiscalía del Estado de Tlaxcala, lo que podría haber influido en su imparcialidad ya que el juez está en la terna para encabezar dicha fiscalía.
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