La elección judicial del pasado 1 de junio se llevó a cabo con una bajísima participación ciudadana. De acuerdo con las autoridades, fue alrededor del 13% del padrón electoral.
Que el 87% del padrón no haya acudido a las urnas evidencia que el modelo de jueces electivos no generó el mismo entusiasmo en la población que anticipaban sus impulsores.
A su vez, es necesario mencionar los efectos del proceso: el relegar a personas valiosas y honestas de los poderes judiciales; la imagen del país ante la cobertura internacional; la presencia militar; y el propio costo de la elección que se estima en 40 mil millones de pesos.
La baja participación en la elección judicial debería incitar a la revisión del modelo de personas juzgadoras que adoptamos; a la par de una reflexión sobre lo que conlleva la culminación del “Plan C”.
Sobre esto, escribimos en Animal Político.