Como preparación de la elección judicial del próximo 1 de junio, los gobiernos y los partidos políticos han difundido boletas simuladas que incluyen en el número de identificación de las candidaturas que dichas formaciones políticas apoyan.
Es decir, los actores políticos han realizado una operación fraudulenta para influenciar los resultados de la votación. La difusión de estas boletas es una muestra de las irregularidades que se presentaron durante el proceso de elección judicial.
Las campañas han visibilizado los peores perfiles en estas elecciones, así como los posibles riesgos de que lleguen al Poder Judicial perfiles de personas que busquen intereses ajenos a la justicia.
Las y los ciudadanos decidan no acudir a las votaciones o anular el voto evidencia un descontento ante la “electorización” de la justicia, lo cual denota que esta modalidad democrática no funciona como se había previsto.
Sobre esto, escribimos en Animal Político.