El incremento y recrudecimiento de la desaparición de jóvenes –evidenciada por el Comité Universitario de Análisis de Desaparición de la UdeG– , en un contexto donde el reclutamiento forzado por parte del crimen organizado se ha vuelto una práctica constante, no sólo ha puesto a Jalisco en el centro del fenómeno y bajo la lupa mediática, sino que también muestra y pone en evidencia lo que los colectivos jaliscienses han denunciado durante años: la falta de acción estatal, el abandono institucional y una narrativa oficial que ha preferido negar antes que proteger.
Ana Karolina Chimiak, coordinadora del área de documentación y análisis del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (CEPAD), consideró que el aumento en las desapariciones de jóvenes en Jalisco refleja una omisión sistemática del gobierno estatal. Las autoridades han minimizado el reclutamiento forzado y negado su responsabilidad, mientras los riesgos para adolescentes y juventudes siguen sin ser atendidos.
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