La Revista de la Universidad Iberoamericana dedica su número a mujeres privadas de la libertad. En esta edición, se recupera la historia de Keren Selsy Ordoñez actualmente se encuentra presa en Tlaxcala, acusada de un delito que no cometió. Recientemente fue condenada a 50 años de prisión mediante una sentencia carente de perspectiva de género.
Las cárceles para mujeres en México son notoriamente inferiores a las masculinas en términos de infraestructura y recursos. De los 428 centros penitenciarios en el país, sólo diez son exclusivamente para mujeres, lo que significa que muchas son recluidas en espacios donde sus necesidades específicas no son atendidas.
En el caso de Keren las irregularidades son múltiples. Se la acusa de participar en un secuestro que ocurrió cuando ella acababa de dar a luz a su hija, nacida por cesárea. De hecho, las autoridades le arrebataron a su bebé –de menos de un mes de nacida−, quien estuvo “detenida” durante 9 horas, para después ser ocultada de su familia varias semanas. El padre de la bebé, detenido junto a Keren y a quien ella buscaba para que cubriera las necesidades básicas de la niña, recuperó hace tiempo su libertad tras unos cuantos años de prisión. Keren, por ser mujer, se quedó presa y enfrenta hoy el riesgo de permanecer ahí por cinco décadas. La Ibero ha intentado colaborar en este caso de injusticia flagrante.
Como Keren, acusadas por delitos que se relacionan con su condición de mujeres, envueltas en situaciones en las que el factor determinante es la falta de libertad que viven frente a sus parejas varones, miles de mujeres esperan justicia en México.
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