El Vicario de Justicia y Paz de la Diócesis de San Cristóbal, Miguel Montoya explicó que a partir del asesinato del padre Marcelo ha sido bastante complicado ejercer la labor ministerial, debido a diversos riesgos y amenazas que han recibido.
Posterior a la celebración religiosa en el marco de la peregrinación por los 100 años del natalicio del obispo Samuel Ruiz García, y por la demanda de justicia para esclarecer el crimen, el Vicario detalló que en vehículos y motocicletas, personas con el rostro cubierto han hostigado a integrantes de la Diócesis.
Detalló que también, en las dos semanas que han pasado tras el asesinato, se ha incrementado el nivel de inseguridad en el estado, incluso hombres en motocicleta también intimidaron y agredieron el vehículo del abogado del Centro de derechos de las víctimas de violencia Minerva Bello, organismo que coadyuva en las investigaciones del asesinato del sacerdote Marcelo Pérez, asesinado el pasado 20 de octubre. Para el crimen del padre Marcelo, hay una persona detenida, hay dos más con órdenes de aprehensión sin ejecutar.
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