En el último reportaje de Laura Sánchez Ley en el periódico Milenio, la periodista reelabora la historia del Arava 2005, avión militar que sirvió de herramienta bélica durante la Guerra Sucia para aventar hacia el mar a los disidentes y enemigos políticos del Estado mexicano.
Tras una investigación, que incluía documentos solicitados con el Centro Prodh, la reconstrucción con Situ Research, Universidades y testigos pilotos se logró dar con el paradero del avión. Así, la periodista narra que el avión fue donado durante el sexenio de Felipe Calderón a la Universidad Aeronáutica de Querétaro junto con demás equipo para uso lúdico de la institución. El avión ha sido restaurado por profesores para ser utilizado de forma pedagógica.
Esta historia responde a muchas de las afirmaciones del Ejército para desprenderse de la existencia de dicho avión y, por tanto, de los vuelos realizados con él. Ha llegado el momento de que el Ejército reconozca su propia historia.
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