Reformar la maltrecha justicia mexicana es indispensable. Pero una de las tragedias de discutir esto, sobre la base de la iniciativa presidencial del 5 de febrero, es que la excesiva concentración en la elección por voto de la judicatura deja de lado aspectos que, verdaderamente, contribuirían a ampliar el acceso a la justicia para las y los más excluidos.
Este énfasis desplaza la atención de los problemas más álgidos y no atiende, de ninguna manera, las situaciones que afectan realmente a la población más empobrecida. Así, ésta no sólo es una mala reforma por lo que contiene, sino también por lo que no contiene.
¿Qué debería incluir una reforma que realmente quisiera ampliar el acceso a la justicia para los sectores más marginados? Consulta el artículo completo sobre este tema, del Centro Prodh, en Animal Político.