Desde la frontera con Guatemala hasta Palenque, pasando por los territorios bajo influencia zapatista, el miedo, las muertes y las fugas de las comunidades se han convertido en la norma de una realidad donde el fenómeno paramilitar se ha encontrado con los grupos de crimen organizado y las lógicas de extracción de riqueza los territorios. La gente huye y acampa en lugares improvisados. La Guardia Nacional, asignada en millares de unidades, observa estos problemas sin intervenir.
La política de AMLO con respecto a “abrazos, no balazos” ha fracasado: en su sexenio se encuentran más de 130 mil muertos. La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, habla sobre continuar las políticas de Andres Manuel y anuncia inversiones y financiamiento para la Guardia Nacional.
Este escenario puede ser solo descrito como “guerra”, a pesar de que mujeres y hombres del EZLN proponen un puente de existencia y convivencia, al intentar romper la lógica propietaria del territorio, creando campos “comunes”.
Decenas de individuos y colectivos internacionales firman este pronunciamiento, exigiendo el respeto de los derechos y la dignidad de los pueblos indígenas y de todos los pueblos. Asimismo, destacan que la militarización, megaproyectos y políticas extractivas no son la solución a la violencia, sino son parte del problema.
Se puede consultar el pronunciamiento completo en el siguiente enlace.