La mañana de este 6 de febrero un grupo de normalistas de Ayotzinapa, que protestaban por la desaparición los 43 en 2014, derribara a la fuerza una de las puertas del Palacio de Gobierno con una camioneta, mientras se llevaba a cabo la conferencia mañanera presidencial.
Los manifestantes buscaban hacer presión y exigir una reunión con el presidente. El mandatario calificó lo sucedido de “provocación” y volvió a emitir descalificaciones contra los organismos internacionales, organizaciones civiles y abogados que han acompañado a las familias de los jóvenes desaparecidos, por más de 9 años.
Ante los hechos, en el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez:
1. Compartimos el contexto en el cual esto sucede: como la negativa militar a entregar documentos fundamentales para conocer la verdad, ha habido ausencia de reuniones con Presidente desde septiembre, hubo un intento gubernamental de dividir familias, se ha presentado la caída de la interlocución por relevo a responsables del caso, y se hizo evidente la indiferencia frente a plantón que las familias iniciaron en el Zócalo.
2. Los padres y madres no están “manipulados” ni por e Centro Prodh, ni por la CIDH. Tienen agencia sobre su proceso.
3. Lamentamos que la protesta de algunos jóvenes haya escalado a acciones que no compartimos.
4. Urgimos a reestablecer el diálogo respetuoso, supervisado por las instancias internacionales de derechos humanos.