El pasado fin de semana se dio a conocer que un grupo de 8 militares procesados en el caso Ayotzinapa serían beneficiados con el cambio de la medida cautelar de prisión preventiva por la que se encontraban privados de la libertad en instalaciones castrenses, para el efecto de que pudieran enfrentar su proceso penal en prisión domiciliaria.
Es decir, fueron excarcelados —que no exonerados— para que puedan seguir su juicio desde su casa.
Dado que esta decisión ha generado polémica, es fundamental realizar algunas precisiones. Compartimos sobre esto nuestro artículo en Animal Político.