Al reconocer los desafíos globales sobre la protección y la urgencia de colaboración y solidaridad internacional entre pueblos para detener las violaciones a derechos humanos, la Misión se trasladó a la Ciudad de México y a los estados de Morelos, Tlaxcala, Puebla y Chiapas. El propósito fue aprender, documentar, compartir y respaldar los esfuerzos en pos de la dignidad, la paz y los derechos humanos de defensores, organizaciones y comunidades.
Durante la misión se documentaron y denunciaron las violaciones a los derechos humanos que enfrentan mujeres defensoras, comunidades indígenas, víctimas de desaparición forzada y desplazamiento, personas en situación de movilidad y periodistas. Además, se abordaron las consecuencias de la militarización del país y las violaciones vinculadas con la implementación de megaproyectos.