Luego de que se publicaran los currículos de las trece personas registradas para la titularidad de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas (CNB), el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México y el Observatorio de Designaciones Públicas externaron su preocupación, ya que podría haber una regresión con respecto a la convocatoria pasada.
Al respecto enlistaron cuatro puntos:
- No se detallan los elementos que se tomarán para la evaluación de las personas aspirantes. Por ejemplo, en esta ocasión no se establece la realización de entrevistas públicas ni una fase de finalistas derivada de las mismas, a comparación del proceso de 2019. Lo cual deja un amplio margen a la discrecionalidad del órgano encargado.
- No se incorpora ningún mecanismo de participación ciudadana que permita construir confianza sobre este importante proceso. Por ejemplo, en el ejercicio de 2019 se pudieron emitir opiniones u observaciones sobre las personas aspirantes.
- No se incorpora ningún mecanismo adicional al envío de postulaciones para que las familias de personas desaparecidas tengan una voz central en el proceso, lo cual contradice lo establecido en la propia ley en la materia.
- A las organizaciones y colectivos preocupa la falta de transparencia, que esta convocatoria sea vista como una mera formalidad, sin que haya una revisión sustantiva de los perfiles y un genuino proceso de escucha de la perspectiva de las familias.
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