El tema esencial, que es el paradero de los jóvenes y el esclarecimiento pleno de lo ocurrido, continúa pendiente. Esto es, sin duda, lo que más pesa sobre el ánimo de las familias, que llegan a este aniversario sin haber alcanzado el resultado que esperaban. La sensación es que el tiempo se agota sin arribar a la luz de la verdad.
A nueve años de la noche cruenta de Iguala, las familias de los normalistas siguen luchando por la verdad y por la justicia, dando un digno ejemplo de amor y resistencia.
Los hechos son conocidos. El 26 de septiembre de 2014 fueron desaparecidos en Iguala, Guerrero, 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, en una jornada donde también fueron privados de la vida seis personas, incluyendo a tres estudiantes, y resultaron heridas varias decenas de víctimas, entre las que se encontraban un estudiante que continúa en estado mínimo de conciencia hasta el día de hoy y a otro joven alumno que sobrevivió a un impacto de bala en su rostro.
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