Hace casi medio siglo, hacia 1975, finalizaba la congregación general 32 de la Compañía de Jesús, reunión que actualizó la orientación de las obras de esta orden religiosa al servicio de la fe. En un contexto marcado por el florecimiento de movimientos en defensa de la dignidad y cuyos horizontes trascendían la condición bipolar de la geopolítica del momento, el binomio fe y justicia se consolidó en la Compañía de Jesús y otros sectores de la Iglesia como la orientación fundamental de la praxis de un cristianismo que deseaba ser congruente con los signos de los tiempos.
Desde entonces y hasta hoy, los testimonios de una experiencia de la fe vivida como servicio a los demás son los que han dado impulso a una Iglesia que ha sabido ver en la construcción de la justicia la principal concreción histórica del amor.
José de Jesús Maldonado García, SJ, conocido cariñosamente como Chuche, es uno de esos grandes testimonios de conciliación de la fe y la justicia, cuyos frutos se convirtieron en pilares de la promoción y defensa de los derechos humanos en México. Su partida el día de ayer nos invita a honrar con gratitud su memoria.
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