La muerte del migrante cubano Cristóbal Cobreiro, de 35 años, a manos de la Guardia Nacional es consecuencia de la militarización de la migración, advirtió Ana Lorena Delgadillo Pérez, directora de FJEDD, después de que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que la corporación de seguridad cometió uso legítimo y desproporcionado de la fuerza y mintió en el caso.
La FJEDD recordó que Cobreiro falleció en una ejecución extrajudicial el 31 de octubre de 2021, en Pippapan, Chiapas, tras recibir 55 balas por agentes de la Guardia Nacional. Otras 5 personas migrantes más (tres menores de edad) que iban en el mismo vehículo también resultaron heridas. En dicha ocasión, la GN argumentó que las personas estaban armados y representaban una amenaza.
Sin embargo, la CNDH concluyó que la Guardia Nacional se había excedido en el uso legítimo y desproporcionado de la fuerza y había emitió declaraciones falsas, al asegurar que el Instituto Nacional de Migración (INM) había pedido su intervención, lo cual fue desmentido por ese organismo. Además, constató que no se han iniciado procedimiento de responsabilidades administrativas en contra de los responsables. A esto se suma que las investigaciones del caso, a cargo de la Fiscalía General de la República (FGR) revelaron que a Cristobal le colocaron un arma después de muerto, para justificar el uso de la fuerza con la que actuaron, subrayó la FJEDD
Ante esto, dicha organización exigió que este crimen no quede impune, por lo que instó a la Guardia Nacional a aceptar la recomendación la CNDH. Igualmente pidió que se detenga la militarización de la migración y se implementen políticas migratorias respetuosas de los derechos humanos.
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