El Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de Naciones Unidas recomendó liberar a Mario Almanza, Jorge Hernández y Sergio Rodríguez, quienes llevan más de 20 años en prisión sin sentencia, tras concluir que las autoridades mexicanas los torturaron y detuvieron arbitrariamente.
Los tres imputados fueron detenidos sin orden de aprehensión el 13 de agosto de 2002 por agentes ministeriales de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Tlaxcala vestidos de civil, a bordo de vehículos no balizados, y fuera del área territorial de su competencia.
La Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH) denunció que durante la detención y el proceso judicial, los elementos torturaron a los tres hombres para obligarlos a confesar un crimen que no cometieron. Asimismo, afirmó que los agentes tlaxcaltectos sembraron droga y los presentaron en una conferencia de prensa como secuestradores.
Ante esto, el Grupo de Trabajo concluyó que fueron detenidos arbitrariamente porque no fueron informados de las razones de su arresto y las autoridades no contaban con órdenes de aprehensión. Además, encontró que la conferencia de prensa en que las víctimas fueron exhibidas como delincuentes comprometió su presunción de inocencia. Igualmente consideró que el Estado mexicano violó su derecho a un juicio sin demora, ya que llevan más de 20 años en prisión sin obtener una resolución definitiva. Por último, determinó que las autoridades no garantizaron un juicio justo, al someter a torturas y malos tratos a las víctimas.
Debido a ello, pidió al Gobierno de México liberar a los implicados y concederles el derecho efectivo a obtener una indemnización y otros tipos de reparación. Asimismo, instó a las autoridades a investigar las circunstancias de las detenciones y adoptar medidas contra los agentes que cometieron las violaciones a los derechos humanos.