Los hechos ocurrieron hace casi un mes, el 18 de mayo, y sólo se supo de éstos gracias al trabajo periodístico y a las denuncias de organizaciones no gubernamentales, lo que confirma una vez más que estas voces civiles son necesarias en un país como el nuestro, con independencia de cual sea el partido que gobierne.
El video es un trágico testimonio visual del uso desproporcionado de la fuerza letal por parte de elementos del Ejército, muy similar al que se ha documentado en casos como Tlatlaya, que trabajamos a profundidad desde el Centro Prodh. El patrón detectado en estos eventos es que los elementos castrenses, después de vivir momentos de extrema tensión al enfrentarse a la criminalidad organizada, privan arbitrariamente de la vida a personas que ya se encuentran aseguradas e inermes, para después alterar las escenas criminales sembrando armas y posteriormente mentir y distorsionar los hechos en los informes donde dan cuenta de lo ocurrido.
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