La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) advirtió que no es justicia, sino un acto ilegal la ejecución de José Noriel Portillo, “El Chueco”, señalado como presunto responsable del homicidio de los dos jesuitas de Cerocahui, Chihuahua, Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, así como del guía de turistas Pedro Palma y el joven Paul Berrelleza, cometidos el 20 de junio del 2022.
“Ni en éste, ni en ningún otro caso, la muerte violenta de quienes son identificados como presuntos responsables de delitos o violaciones a los DDHH son la respuesta legítima a las demandas de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición de las víctimas”, escribió en redes sociales.
El organismo de la ONU reiteró que su ejecución también es ilegal y reafirma la necesidad de fortalecer las capacidades para prevenir la violencia e “investigar debidamente a quienes la perpetran”.
Ante esto, reiteró que continuará acompañando la implementación de las medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitidas en enero e implementadas el pasado 16 de marzo a favor de once integrantes de la comunidad jesuita de Cerocahui, por considerar que se encuentran en una situación de daño irreparable, gravedad y urgencia.