Ana Georgina Domínguez estuvo 13 años en prisión preventiva oficiosa, es decir, sin recibir sentencia. Fue detenida de manera arbitraria ya que nunca existió una orden de aprehensión. La mujer fue víctima de tortura sexual y procesada con pruebas fabricadas por “lavado de dinero”. Este es sólo un caso de miles que nos demuestran las consecuencias que tiene la prisión preventiva oficiosa y de las violaciones a derechos humanos que aún se cometen en nuestro país.
El pasado 4 de noviembre, Ana Georgina obtuvo por fin su libertad.
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Desde el Centro Prodh celebramos la liberación de Ana Georgina, cuyo caso documentamos en el informe “Mujeres con la frente en alto”, sobre la práctica de la tortura sexual en México, señalando los abusos cometidas por Secretaría de la Defensa Nacional en su detención.
Reconocemos la perseverancia de Gina, de sus familiares, y la defensa técnica de la Defensoría Pública federal que permitió conseguir su libertad.