La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) expresa su intranquilidad respecto a los actos de vigilancia ilícita y las injerencias arbitrarias que han salido a la luz mediante filtraciones de documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) o de una denuncia por uso del software Pegasus que adquirió el gobierno mexicano.
Esto ha ido específicamente en perjuicio de defensoras de derechos humanos y periodistas investigando casos como el de Ayotzinapa. El hecho de que este grupo de personas sean el blanco de estos ataques, demuestra la falta de legitimidad y transparencia en los procesos del gobierno.
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