– Expresamos nuestra preocupación porque la labor legítima de defensa civil de derechos humanos, así como las acciones de otros movimientos sociales, sean objeto de seguimiento por parte del Ejército.
– Enfatizamos que la labor que realizan los organismos civiles de derechos humanos es legítima y relevante para la democracia, siendo lamentable que se le catalogue como propia de “grupos de presión”
– Subrayamos que la incapacidad de las Fuerzas Armadas para entender a la sociedad civil y los movimientos sociales como actores legítimos en democracia, reproduciendo visiones añejas y maniqueas, es otra razón más de preocupación frente a la profundización de la militarización en curso.