Desde el Campo Militar número Uno, un espacio castrense que todavía hoy oculta un capítulo oscuro y doloroso de la historia mexicana, decenas de sobrevivientes y familiares de desaparecidos y asesinados podrán decir esta semana: “Vean: lo que denunciamos sí es verdad; no mentíamos”, dice Alicia de los Ríos Merino, hija de una de las más de 500 personas desaparecidas en esos hechos violentos.
“Simplemente, lograr la entrada como parte de los trabajos de la Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y la Justicia durante la mal llamada Guerra Sucia, es un reconocimiento de facto por parte de los militares. Pero esto no es un reconocimiento jurídico. El camino para lograr la judicialización de nuestros casos es muy largo. Falta mucho.”
La activista norteña, de 45 años, doctora en historia por la Universidad Autónoma de Chihuahua, asegura que el ingreso de estos grupos al campo militar, donde serán asistidos por personal profesional que los ayudará a contener crisis emocionales si llegaran a ocurrir, “es para nosotros un ejercicio de memoria, más que nada. Memoria para sobrevivir”.
Puedes leer la entrevista completa en este enlace: “Judicializar crímenes de la ‘guerra sucia’, largo camino”