En entrevista en Aristegui Noticias, Santiago Aguirre, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez compartió la preocupación ante la decisión de la CNDH de no promover ninguna acción de inconstitucionalidad contra la aprobación de reformas que entregan el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).La Comisión evidencia su falta de autonomía para defender las acciones que profundizan la militarización en lugar de promover las estrategias de seguridad apegadas a los derechos humanos.
La postura de la CNDH se contrapone a las recomendaciones de órganos internacionales defensores de Derechos Humanos, quienes a través de los años han hecho una revisión y un señalamiento puntual para exigir al Estado mexicano un proceso progresivo de desmilitarización en temas de seguridad pública.
A la par de los aspectos técnicos, también hay que resaltar el lenguaje utilizado por la CNDH que invoca la polarización. Expande la idea de que se trata de una dicotomía irremediable, ignorando la posibilidad del diálogo y el debate para alcanzar puntos medios y soluciones que beneficien a la ciudadanía.
