La CFE invierte mil 500 mdp para rescate en Pasta de Conchos, pero las labores llevan medio año de retraso

Nota publicada originalmente en Animal Político.

Los trabajos para recuperar los cuerpos de 63 mineros atrapados desde hace 16 años debían comenzar en febrero pasado. A la fecha, hay poco avance en la excavación de vías para acceder a la mina, algo que activistas temen que se repita en el caso de El Pinabete.

Desde que en septiembre de 2020 la Comisión Federal de Electricidad (CFE) recibió del presidente Andrés Manuel López Obrador la encomienda del rescate en Pasta de Conchos, la mina en Coahuila donde los cuerpos de 63 mineros permanecen atrapados desde hace más de 16 años, la compañía del Estado ha entregado hasta el momento 16 contratos por más de mil 500 millones de pesos a empresas para poder recuperar esos restos.

Sin embargo, a pesar de esta suma de recursos públicos y de que en febrero pasado debió haber iniciado el rescate, las obras van atrasadas a dos años del encargo presidencial: en los dos túneles de acceso y ventilación que se están construyendo, cuyas obras absorben más de mil millones de pesos, las excavaciones van a 45 metros de profundidad, un 32% de los 140 metros que la organización civil Familia Pasta de Conchos asegura que se deben completar para aproximarse a la zona donde yacen los mineros.

En cuanto a la construcción de dos lumbreras —rampas de acceso—, el avance es menor. Según información al corte del 15 de agosto, que la CFE entregó a familiares de los mineros atrapados y a la que este medio tuvo acceso, en una de esas rampas la profundidad de excavación es de apenas 18 metros, y en la otra es de 23; es decir, un 16% de los 140 metros.

Animal Político buscó a la CFE para preguntarle por qué la excavaciones avanzan lento, si de acuerdo con su propio cronograma —de octubre de 2020— las labores de rescate de los primeros cuerpos deberían haber iniciado hace casi medio año para extenderse hasta el verano de 2024. Sin embargo, al cierre de este reportaje no hubo respuesta.

Familiares de los mineros dijeron en entrevistas que prácticamente han perdido la esperanza de que para 2024, cuando finalice el sexenio, las autoridades hayan completado el rescate.

“Nos lo pintaron todo bien bonito y muy rápido. Pero hoy no podemos decir que falta poco ni para llegar a la zona siniestrada. Estamos súper atrasados”, lamenta Elvira Martínez, viuda del minero Jorge Vladimir Delgado.

Ante este panorama, activistas de la región carbonífera de Coahuila lamentaron la decisión anunciada por el presidente la semana pasada, cuando encomendó nuevamente a la CFE otro rescate: el de El Pinabete, a tan solo unos kilómetros de Pasta de Conchos. En ese pozo de carbón, 10 mineros permanecen atrapados desde el pasado 3 de agosto, tras una inundación, sin que a casi un mes del suceso ni Protección Civil ni buzos militares hayan podido avanzar.

“¿Dónde está el historial de rescates mineros de la CFE?”, cuestiona Cristina Auerbach, defensora de derechos humanos e integrante de Familia Pasta de Conchos. “La comisión no sabe hacer rescates. Apenas está aprendiendo a hacerlos”.

“La CFE no tiene nada que estar haciendo ni en Pasta de Conchos ni en El Pinabete. Se necesita a los mineros, que son los verdaderos especialistas en rescates”, exige Omar Ballesteros, también integrante de esta organización.

Un rescate peligroso

El 1 de mayo de 2019, luego de que fuera uno de sus compromisos de campaña, López Obrador aseguró que su gobierno, a diferencia de lo sucedido en sexenios pasados, sí rescataría a los mineros de Pasta de Conchos.

Esta mina, concesionada a Grupo México, explotó el 19 de febrero de 2006; murieron 65 mineros.

Tras poco más de un año, las autoridades del gobierno de Felipe Calderón dieron por finalizadas las labores de rescate el 4 de abril de 2007, debido a las dificultades y los riesgos para acceder a la zona siniestrada. De los 65 mineros, solo se recuperaron los cuerpos de dos. Los 63 restantes siguen atrapados, y son un símbolo y un reclamo constante por las malas condiciones laborales que enfrentan los mineros en la región carbonífera de Coahuila, donde en un siglo han muerto más de 3 mil trabajadores, de acuerdo con el informe El carbón rojo de Coahuila, de Familia Pasta de Conchos y publicado por la Fundación Böll.

El 14 de septiembre de 2020, el actual gobierno ordenó que, con la coordinación de la Secretaría de Gobernación, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la Secretaría del Trabajo y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, se elaborase un plan para indemnizar a las familias de los mineros fallecidos en Pasta de Conchos. También encargó a la CFE el rescate de los restos.

Previo a arrancar esas labores, el Servicio Geológico Mexicano realizó nuevos estudios para determinar si, como ya habían dicho Grupo México y autoridades, el rescate era realmente inviable, o si, por el contrario, sí podía llevarse a cabo. Para ello, analizó la información ya existente del siniestro, estudios de subsuelo y evaluación de opciones, y pidió la opinión de un grupo de expertos nacionales e internacionales, procedentes de China, Alemania, Australia y Estados Unidos. Todo lo aglutinó en un informe, al que Animal Político tuvo acceso por transparencia.

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