En la madrugada y sin previo aviso, un amplio contingente de la Guardia Nacional y de la Policía del estado de Puebla, ingresaron por la fuerza a la ex fábrica Bonafont, tomada por las comunidades de la región Cholulteca el 8 de agosto para poner fin al sistemático robo de agua que perjudica a los campesinos.
A lo largo de décadas, la empresa ha robado 1,6 millones de litros cada día, según la denuncia de Pueblos Unidos. Frente a la destrucción de la empresa multinacional, las comunidades nahuas afectadas por la falta de agua no sólo cerraron el pozo para liberar su agua, no se limitaron a custodiar el lugar, sino que lo convirtieron en un espacio de utilidad parea los pueblos y comunidades.
* Retomado de Desinformémonos