Marco Antonio Gómez Molina
Al ser aceptado en Ayotzinapa, Marco dejó su trabajo en la albañilería y el lavado de autos para dedicarse enteramente a la escuela. También ingresó a la Casa del Activista, más por curiosidad que por política, pero estando ahí, comenzó a modificar su forma de pensar. Consciente de la importancia de la educación para mejorar su comunidad.