Magdaleno Rubén Lauro Villegas
Lector apasionado y estudiante muy comprometido. Su costumbre: leer sobre dos tabicones, frente a dos cerros que a media niebla cobijan al pueblo. Solitario y tranquilo. El más callado y estudioso de los cinco hijos. A pesar de ser huraño, sus padres, Juliana y Francisco, le vieron habilidades de ser buen alumno desde los cinco años. Su color favorito: el rojo, como la mochila de sus útiles, llena de libros y no de hojas garabateadas como los otros niños de su generación.