Jorge Álvarez Nava
Tímido, amable y sensible. Entre sus notables talentos: la tecnología y los electrónicos. La guitarra, otra de sus pasiones. De joven, le tocaba canciones a su padre después de sus largas jornadas laborales en el campo y, con un compañero, tocaba en la escuela hasta que los iban a callar. Su sueño: ser médico, por lo que su padre intentó emigrar a Estados Unidos para pagar sus gastos universitarios, pero fue detenido. Por eso, Jorge se decidió por la Normal de Ayotzinapa. Gustoso por las prácticas de campo y entre sus anhelos: viajar y conocer más allá de Guerrero.