Carlos Lorenzo Hernández

Moreno, de ojos oscuros y redondos. Nació el 11 de octubre de 1995 en Huajintepec, un pequeño pueblo en la Costa Chica de Guerrero. El primero de los cinco hijos de Maximino Hernández y Soledad Muñoz. Jugador de fútbol, considerado la última esperanza de su equipo para ganar un partido. Cuidador, como centinela, de la portería. Sin embargo, su pasión más grande: la de ser maestro, pese a que varios integrantes de su familia le pidieron repensarlo.