En 2002 en dos eventos diferentes, Inés Fernández Ortega y Valentina Rosendo Cantú, indígenas me’phaa del estado de Guerrero, fueron víctimas de graves violaciones de derechos humanos, incluyendo la tortura sexual cometidas por elementos de las Fuerzas Armadas.
El 1 de octubre del 2010, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, notificó dos sentencias condenatorias contra el Estado mexicano, que entre otras medidas de reparación del daño de no repetición, ordenó la investigación y subsecuente sanción de los responsables.
El caso de Valentina continuó en el fuero militar hasta el 12 de agosto de 2012, cuando la Procuraduría General de Justicia Militar (PGJM) remitió las averiguaciones relacionadas con la violación sexual y tortura a la PGR.
Entre noviembre y diciembre de 2013, los probables responsables fueron aprehendidos y sometidos a proceso. El 1° de junio del 2018, el Juzgado Séptimo de Distrito en el Estado de Guerrero emitió una sentencia condenatoria contra los dos militares por los delitos de violación y tortura, imponiéndoles una pena de 19 años, cinco meses y un día de prisión y el pago de la reparación del daño.
Inés y Valentina se unen a la campaña Rompiendo el silencio: todas juntas contra la tortura sexual para pedir un alto a la tortura hacia las mujeres detenidas.