Las mujeres denunciantes de tortura sexual en Atenco y Texcoco, durante la represión del 3 y 4 de mayo de 2006, lanzamos la Campaña “Rompiendo el Silencio: Todas Juntas contra la Tortura Sexual” el pasado 5 de mayo de 2014 con el fin de devolver la solidaridad que nos acompañó y alimentó nuestra lucha durante ya más de ocho años. Por esas otras mujeres que decidieron romper el silencio, levantamos nuestra voz más enérgica para exigir:
LA LIBERACIÓN INMEDIATA DE
CLAUDIA MEDINA TAMARIZ, torturada sexualmente por elementos de la Secretaría de Marina Armada de México en Veracruz, quien a pesar de no estar tras las rejas, se encuentra enfrentando dos acusaciones por portación de arma de fuego exclusiva de las fuerzas castrenses y delincuencia organizada. La única prueba en su contra es el dicho de sus torturadores. Por lo tanto, demandamos le sea devuelta su plena libertad.
VERÓNICA RAZO CASALES, torturada sexualmente por elementos de la entonces Agencia Federal de Investigación en el Distrito Federal, quien lleva tres años y medio en prisión, actualmente en el Centro Federal de Readaptación Social No. 4 en Tepic, Nayarit; acusada de secuestro bajo la única prueba de haber firmado una confesión bajo tortura.
YECENIA ARMENTA GRACIANO, torturada sexualmente por elementos de la Policía Ministerial en Culiacán, Sinaloa, quien se encuentra recluida en el Centro de Consecuencias Penales del estado; acusada injustamente del homicidio de quien fuera su esposo con la única prueba de haber firmado una confesión bajo tortura.
El Estado que las torturó a través de sus cuerpos policiacos y castrenses, es el obligado a devolverles el goce de su plena libertad y sus vidas, a iniciar un camino de reconstrucción después de los ultrajes a su dignidad.
No toleramos la criminalización de las mujeres torturadas, incluso sexualmente, como forma de control social, represión, castigo y de presentar falsos resultados en materia de seguridad.
Insistimos en la necesidad de visibilizar el uso de la tortura sexual como una práctica sistemática del Estado mexicano. Nos resulta infame e indignante que estos actos se realicen impunemente. Es urgente la libertad para Claudia, Verónica y Yecenia y sin duda es indispensable verdad, justicia y reparación para todas las sobrevivientes de la tortura de Estado.