MEDIO: La Jornada

TIPO: Periódico

AUTORÍA: Fernando Camacho

FECHA: 8 de Noviembre de 2014

El Estado mexicano utiliza de forma cotidiana la violencia sexual contra las mujeres, como parte de una estrategia deliberada, sistemática y generalizada de los diferentes cuerpos policiacos y las fuerzas armadas para desmovilizar e intimidar a los grupos disidentes, en medio de una impunidad casi total.

Afirmaron lo anterior las participantes en un foro sobre el tema, organizado ayer por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), en el cual pudieron conversar sobre sus experiencias de lucha con la activista estadunidense Jody Williams, ganadora del Premio Nobel de la Paz de 1997.

Araceli Olivos, abogada del Centro Prodh, subrayó que la persistencia de la tortura sexual por parte de agentes del Estado se relaciona de forma directa con la impunidad absoluta que hay en el país sobre este fenómeno, como demuestra el hecho de que en más de 12 años sólo hay dos sentencias firmes contra responsables de este delito.

Claudia Medina, originaria de Veracruz, recordó cómo fue detenida por elementos de la Marina, el 7 de agosto de 2012, y luego llevada a instalaciones militares donde por más de 32 horas fue torturada sicológica, física y sexualmente para que se incriminara en un delito que no había cometido.

Hablar me da terror, pero ante estos delitos no podemos quedarnos calladas. Tiemblo cuando me dicen que debo ir a una agencia o a un juzgado, o cuando veo que pasa un elemento del Ejército o de la Marina, pero no nos podemos quedar así, vamos a salir adelante, subrayó.

Italia Méndez, una de las habitantes de San Salvador Atenco que en 2006 fue víctima de abusos sexuales por parte de elementos de la Policía Federal, coincidió en que el común denominador de este fenómeno es la impunidad, por lo que advirtió que es urgente romper el estigma que cargan quienes han sufrido estas agresiones, para evitar que este dolor se pudra en silencio.

Luego de escuchar los testimonios de varias mujeres que se volvieron activistas luego de padecer agresiones sexuales por parte de agentes del Estado, Jody Williams externó su admiración por el valor y coraje que ellas tienen, y por levantar la voz aun sabiendo que se exponen a ser atacadas de nuevo.

Las mujeres mexicanas sufren una situación inaguantable todos los días. No sólo son las groserías en la calle, sino también la violencia en su casa. Los hombres actúan como si fueran adolescentes sin capacidad de controlarse. Por eso puedo decir que un hombre que se siente muy macho por torturar sexualmente a una mujer es un pinche pendejo, enfatizó entre risas y aplausos de los asistentes.