MEDIO: Reforma
TIPO: Periódico
AUTORÍA: Diana Baptista
FECHA: 14 de Noviembre de 2014

Acusada de narcotráfico y secuestro, pasó siete años presa. Salió absuelta y ahora quiere limpiar su nombre.

Belinda Garza Meló fue detenida?! 15 de julio de 2007 por la Policía Federal Preventiva* y torturada durante más de 40 horas con toques eléctricos, golpes y amenazas.

Liberada el pasado 23 de octubre, quiere emprender una lucha para limpiar su nombre y llevar a la cárcel a los policías que la torturaron.

Entrevistada en las Oficinas del Centro Prodh, organización que la apoyó en su defensa, recuerda que era dueña de un”botanero” en Torreón, Coahuila, el cual administraba con su hermana y su sobrina.

Alas 2 horas de ese día de julio, agentes de la PFP la sacaron a golpes de su res* taurante y la llevaron a una casa de seguridad, donde la desnudaron para someterla a toques eléctricos en sus genitales. Después de 40 horas, la hicieron firmar un papel que tiunca alcanzó a leer.
“Me ponían descargas, que iba a matar a mis sobrinas*que me iban a aventar de un avión y no iba a quedar nada de mí (…) luego me enseñaron cómo estaban sumergiendo a una persona que desconozco, y me decían que seguía yo”, describió.

Inicialmente fue acusada de delincuencia organizada en modalidad de delitos contra la salud, debido a que, supuestamente, la encontraron con 200 bolsas de cocaína con fines de comercialización. La ligaron con el Cártel del Golfo y, como parte de las investigaciones del primer proceso, le abrieron otro por el delito de secuestro.

La PGR le realizó, a lo largo de siete años, el Protocolo de Estambul, examen creado para comprobar la tortura en contra de una persona. Salió negativo, gracias a su incorrecta aplicacióa Un segundo Protocolo, realizado por el Colectivo contra la Tortura y la Impunidad, salió positivo.
En julio de este año, derivado de las pruebas de la tortura que sufrió, y por la falta de evidencia sobré la posesión de droga, resultó absuelta del proceso qué se llevaba en el Juzgado Tercero de Distrito en Materia de Procesos Penales Federales en el Estado de México.

También, el Juzgado Primero de Distrito del mismo Circuito la condenó á siete años de cárcel por el delito de secuestro, pena que ya había compurgado. Fue sentenciada a pesar de no existir pruebas en su contra, y aunque ni las víctimas ni los testigos protegidos la identificaron como responsable.

“Con la frente bien en alto digo que me quiero ir absuelta, como debe de ser, porque yo ya probé que soy inocente. Ño es coherente que me absuelvan en un primer proceso, y que me condenen en otro que se derivó del mismo”, reclamó.

Belinda vive una libertad a medias: carga con el estigma de ser una secuestradora, lo cual le impide volver a Torreón, donde habitan su madre y hermanos, a quienes no ha visto en siete años.

Por otra parte, debe sobrevivir con los estragos psicológicos que dejó la tortura, y que le hace tener pesadillas, miedo a los policías, a estar sola y hasta a entrar a ciertos lugares que le recuerdan a su calvario.

“Me robaron estar con mi padre, no lo pude ver ni cuando falleció. Yo tengo mucha vergüenza, porque es bien difícil limpiar su nombre después de que los medios lo pisaron y me pusieron cómo lo peor del mundo. Yo que ni siquiera un semáforo rojo me pasaba”.

Pese al miedo a posibles represalias, Belinda continuará con un proceso penal en contra de policías federales que la torturaron, e interpondrá un amparo directo en contra de su condena “Voy a luchar hasta donde deba No es justo que me torturen y me hayan pisoteado mi vida. Me denigraron de lo peor. Me dejaron una marca para toda mi vida, donde todos pueden pensar que soy una delincuente”, lamentó.