MEDIO: Criterio Hidalgo

AUTORÍA: Silvia Garduño. Agencia Reforma

FECHA: 6 de mayo de 2014

 

  • Mujeres víctimas de tortura sexual se unieron para combatir este flagelo en el país, a unos días que el Relator Especial de las Naciones Unidas contra la tortura señalara que es una práctica generalizada en México.

Mujeres víctimas de tortura sexual se unieron para combatir este flagelo en el país, a unos días que el Relator Especial de las Naciones Unidas contra la tortura señalara que es una práctica generalizada en México.

Entre estas mujeres se encuentran once denunciantes de tortura sexual de Atenco en 2005; Valentina Rosendo e Inés Fernández, víctimas de violación sexual por militares en Guerrero, en 2002; y Claudia Medina, víctima de tortura sexual por parte de elementos de la Marina en Veracruz, en 2012.

La campaña es impulsada por Miriam López, víctima de violación sexual en 2011 por militares en Baja California; y Verónica Razo, víctima de abuso sexual por parte de elementos de la AFI en el Distrito Federal, en el mismo año.

Valentina Rosendo, cuyo caso fue llevado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, instancia que emitió una sentencia contra el Estado mexicano, dio algunas palabras de aliento a las mujeres que han padecido tortura sexual.

“Sepan que no están solas, hay un largo camino por recorrer, no se sientan abandonadas.

“Nosotras logramos un cambio muy importante en México (la reforma al Código de Justicia Militar) porque nunca nos quedamos calladas”, indicó.

Las mujeres presentaron la campaña Rompiendo el silencio: todas juntas contra la tortura sexual en el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez.

Italia Méndez, una de las mujeres víctimas de abuso sexual por parte de policías durante el operativo de San Salvador Atenco, señaló que la campaña es por la justicia y por la solidaridad.

“Nosotras hemos transitado de recibir solidaridad a ofrecerla”, destacó.

Durante la presentación de esta campaña, Javier Hernández Valencia, representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, dijo que la tortura sexual no puede ser vista como una casualidad, un desliz o un error por parte de las autoridades.

“Someter a una mujer a una violación sexual no tiene nada de casual. Supone, primero, un colapso total de los sistemas de control; segundo, una imposición monumental de nuestros sistema patriarcales que consideran que debemos disponer de los cuerpos de las mujeres; y tercero, revela, aún en los casos en que se ha logrado justicia, que nuestra impunidad machista acepta y tolera el que se violen mujeres como alguna suerte de cuota, de responsabilidad o aceptación que se les impone a las mujeres que viven en este subcontinente. No es así en otros lugares”, denunció.

A través de la campaña, las mujeres pretenden visibilizar lo que llaman el “patrón sistemático” de la tortura sexual que enfrentan las mujeres que son detenidas por policías, militares o marinos, en la supuesta protección que deberían proveer a la sociedad. La campaña es respaldada por Amnistía Internacional.