MEDIO: El Economista

AUTORÍA: Ana Langer

FECHA: 5 de mayo de 2014

 

A ocho años del enfrentamiento ocurrido los días 3y 4 de mayo entre elementos policiacos y habitantes del poblado de San Salvador Atenco, Estado de México, 11 mujeres denunciantes de tortura sexual por parte de integrantes de las fuerzas de seguridad, organizaciones civiles, la Oficina en México de la Alta Comisionada de Derechos Humanos (ONU-DH) y Amnistía Internacional, se unieron en el lanzamiento de la campaña “Rompiendo el silencio”, que busca generar lazos de solidaridad con otras víctimas de este delito.

Javier Hernández, representante en México de ONU-DH indicó que los abusos sexuales cometidos en contra de las mujeres representan casos de tortura que tienen base en la impunidad.

El funcionario de la ONU externó que “la tortura en forma de violencia sexual en contra de las mujeres no es casualidad, no es un desliz o un error, ninguna autoridad se equivoca cuando ejerce violencia sexual en contra de una mujer”.

Esto -dijo- supone un colapso total del sistema de control, una imposición “monumental” de un sistema patriarcal en el que se establece que debe disponerse de los cuerpos del género femenino y una impunidad machista con la que la sociedad y las instituciones de gobierno aceptan la violencia hacia las mujeres.

La campaña “Rompiendo el silencio: todas juntas contra la tortura sexual” es lanzada por 11 mujeres sobrevivientes de tortura sexual por parte de agentes policiales de los tres niveles de gobierno; quienes mantienen una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Las víctimas y activistas pretenden exhibir la violencia estructural por parte de las instituciones.

A esta campaña se han sumado otras sobrevivientes de caso de tortura sexual como Claudia Medina Tamariz, agredida por marinos, y las indígenas Inés Fernández y Valentina Rosendo, atormentadas por militares, entre otras.