‘Fotos, hasta que tenga una carrera’

Por Margena de la O

Toño es tan listo que desde primer año de primaria se sabía todas las letras del abecedario. Pero su timidez poco empataba con su destreza en el estudio. En quinto año le ofrecieron ser parte de la escolta, y con toda la serenidad que puede tener un niño de nueve años, la rechazó. La personalidad la forjó desde entonces.

En su graduación del Colegio de Bachilleres 11 se negó a que le fotografiaran con la carpeta de egresado: “van a retratarme cuando yo tenga una carrera”, le contestó a la abuela, Brigida Olivares, que le insistió con la foto, aunque realmente no le causó empacho, la timidez de Toño la tiene muy familiarizada con los años de crianza.

“Yo tengo todo aquí”, dijo Toño dándose golpecitos en la cabeza con el índice de la mano derecha, alguna vez que la abuela intrigada le cuestionó por qué no lo veía tomar los libros en casa.

La oportunidad de tener una carrera profesional la trazó en la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa. En 2013, llegó hasta el segundo día de la semana de prueba que mantiene como requisito la dirigencia estudiantil, pero se regresó porque el Cobach no tendría a tiempo su certificado de bachillerato.

Vivir y ser originario de Tixtla le daría ventaja al siguiente año, cuando ingresó a la normal rural. En las semanas que se mantuvo allí ganó el apodo de El Copi, por hundirse en las lecturas de formación ideológica, parte de la preparación académica en las normales rurales del país.

Para los niños de su casa, un terreno fraccionado donde se acomodó toda la familia, Toño es más que el primo mayor de los 14 que son. Es el que organiza las retas de futbol en el patio de unos siete por cinco metros, en el ‘ombligo’ de la vivienda.

Una tarde de abril, el menor de los primos de apenas cinco años, salió llorando del juego, preguntando por Toño, a quien no ve desde el 23 de septiembre, cuando se dio una escapadita de la normal para ir a casa y cascarear con ellos.

El Bobis, su perro, también reciente su ausencia. Durante el primer mes que dejó de verlo no comió hasta enfermarse; sobrevivió pero aún no se recupera.

Antonio Santana Maestro, Toño, es uno de los 43 normalistas desaparecidos el 26 de septiembre de 2014 en Iguala.

Texto perteneciente a la campaña Marchando con letras

Ilustración de Andrés Mario Ramírez Cuevas.

Tomada del portal #IlustradoresConAyotzinapa